Un número creciente de titulares resaltan las tensiones crecientes entre Estados Unidos y China, con preocupaciones que van desde la competencia económica y las guerras comerciales hasta la posibilidad de un conflicto militar abierto. Los analistas advierten que la rivalidad está remodelando la política global, sin que ninguno de los dos lados logre alcanzar un dominio total. La competencia se extiende más allá de lo económico, abarcando la tecnología, los avances militares y la influencia sobre las reglas globales. Algunos expertos advierten que errores podrían convertir disputas económicas en confrontaciones violentas, mientras que otros argumentan que los temores sobre el ascenso de China podrían estar exagerados. El mundo observa de cerca mientras las dos superpotencias navegan un paisaje complejo y multipolar lleno de riesgos e incertidumbre.
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