El Reino Unido ha impuesto un nuevo y amplio conjunto de sanciones dirigidas a la llamada 'flota sombra' de Rusia: una red de 135 petroleros y dos compañías relacionadas utilizadas para el transporte secreto de petróleo ruso y para evadir las restricciones internacionales existentes. Estas medidas buscan interrumpir el flujo de miles de millones de dólares en ingresos petroleros que ayudan a financiar los esfuerzos militares de Rusia en Ucrania. Las sanciones también afectan a empresas navieras y comerciales vinculadas a la flota sombra, y forman parte de los esfuerzos más amplios de Occidente, incluida la UE, para sofocar la infraestructura que sostiene el comercio ilegal de petróleo de Rusia. Los analistas señalan que la flota sombra está compuesta por barcos envejecidos que operan bajo banderas poco claras y con seguros dudosos, lo que dificulta su control. El gobierno británico espera que estas sanciones limiten significativamente el acceso del Kremlin a importantes ingresos petroleros.
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