Rusia intensificó sus ataques profundos en Ucrania el miércoles con una lluvia de misiles dirigidos a Kyiv y una zona fronteriza noreste, poniendo fin a una pausa de más de dos meses en tales ataques en la capital, informó la fuerza aérea ucraniana.
El bombardeo de misiles se produjo mientras las fuerzas rusas buscaban aprovechar su ventaja tanto en soldados como en potencia de fuego en el frente oriental. El miércoles, el ejército ucraniano informó de una ola de bombardeos aéreos dirigidos a sus tropas que mantenían un bolsillo de territorio ruso cerca de la frontera norte que fue capturado el verano pasado.
Mientras las alarmas de ataques aéreos sonaban en Kyiv alrededor de las 6 a.m. y los civiles se dirigían a pasillos o sótanos para resguardarse, la fuerza aérea ucraniana dijo que estaba rastreando 96 objetivos aéreos que ingresaban al espacio aéreo del país. Esto incluía misiles, poniendo fin a una inusual pausa de 73 días en el uso de armas por parte de Rusia para atacar objetivos civiles y militares en la capital.
La fuerza aérea dijo que cuatro misiles estaban dirigidos a Kyiv y dos eran misiles de corto alcance disparados en la zona fronteriza noreste.
En Kyiv, las explosiones resonaron temprano el miércoles y las autoridades dijeron que los sistemas de defensa aérea estaban disparando contra misiles y drones entrantes.
En el ataque, Rusia sincronizó la llegada a la capital de misiles balísticos de vuelo rápido y misiles de crucero de movimiento más lento, una táctica común. La administración militar de la ciudad de Kyiv dijo inicialmente que podrían haberse utilizado misiles balísticos Hwasong de fabricación norcoreana, que Pyongyang ha proporcionado a Rusia. Pero la fuerza aérea de Ucrania informó más tarde que dos misiles balísticos Iskander-M de fabricación rusa fueron derribados.
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