Sir Keir Starmer, líder de la oposición en el Reino Unido, se ha comprometido a tomar decisiones difíciles para abordar los problemas a largo plazo que enfrenta el país. A pesar de sus promesas, existen preocupaciones y críticas de que está evitando los problemas más desafiantes. Starmer reconoce las dificultades que enfrentan las personas y admite que transformar el país será un proceso que llevará tiempo. Sin embargo, insiste en cumplir con sus compromisos, incluso cuando surgen preguntas sobre cómo planea abordar un déficit financiero significativo sin enfrentar directamente los dilemas más difíciles.
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